| |
Actividad que se desarrolla para conseguir un objetivo que implica avance, mejora, desarrollo y renovación.
Todos los campos el saber y del obrar se promocionan gracias a la investigación, que permite mejora de recursos, selección de caminos, precisión en los contenidos. En el campo educativo, y también en el de la formación religiosa, la investigación es una necesidad. Sin ella se adueña de quienes trabajan en formar a los hombres la rutina, la repetición mimética de procedimientos, el tradicionalismo (más que la tradición), la pereza y en ocasiones la ciega sumisión a la autoridad.
En un mundo cambiante, como es el actual, las transformaciones suponen una necesidad. Pero el cambio por el cambio no equivale a progreso. Merece la pena hacer algo, si es para mejorar. Si se espera un retroceso, y no un progreso, es mejor no cambiar, pues se apodera de las personas el desaliento. El discernimiento entre lo que es mejora y lo que no lo es, se convierte en el alma de la investigación.
En el terreno religioso, evidentemente no se investiga para descubrir mejor doctrina o nueva moral, sino para aclarar en el terreno de la terminología (lenguajes) de la psicología (sujetos), de la sociología (ambientes), de la didáctica (procesos), de la tecnología (instrumentos) y de otros campos similares, cómo se puede mejorar la transmisión del mensaje y cómo se de debe actuar para convertirlo en vida cristiana y no sólo en cultura religiosa. Hay una gran desafío en la investigación de estos aspecto y por eso no es suficiente la repetición de lo que siempre se hizo o la identificación de los sujetos actuales con los de tiempos pasados.
En catequesis, como en las demás ciencias, sin investigación no hay mejoría. Y la mejoría es un deber de los profesionales de la catequesis.
|
|
|
|
|